Las prácticas presentadas en estos encuentros tienen como objetivo liberar la percepción de la fijación con el “yo”. Nuestra identidad externa a través del tiempo se vuelve fija, rígida, obstinada y absoluta. Niega la existencia de otras áreas de nosotros mismos; se convierte en una identificación atrapada en un surco de la rueda del tiempo. Gran parte de nuestra fuerza vital se desperdicia en defender diariamente la idea del “yo” con el que nos hemos identificado, intentando siempre mejorarla y terminando en un bucle de insatisfacción constante.
Para deshacer y desenredar la fijación, viajaremos a través de una recapitulación en profundidad de momentos clave de nuestras vidas, mientras reflexionamos y exploramos las premisas del camino del guerrero.

Cada clase presenta y desarrolla un principio diferente, invitando a los practicantes a superar el piloto automático de la autorreflexión y, como nos definió Florida Donner-Grau, a experimentarnos a nosotros mismos como eventos impresionantes, que florecen en una existencia transitoria una vez y nunca se repetirán. de nuevo.