Carlos Castaneda describió la “Cita con el Silencio Interior” como momentos durante el día en los que paramos nuestros asuntos diarios y rutinas del mundo exterior para conectarnos con nuestro mundo interior. Dijo que el silencio interno se puede acumular y que estas citas son una fuente de calma y confianza, fundamental para reevaluar nuestras intenciones y prioridades.

Es a través de una práctica sistemática sostenida y el cultivo del silencio interior, dijo, que pudimos recuperar un sentido de claridad y propósito en nuestras vidas.

En estas clases acumulas experiencias de silencio interior. A medida que acumulas el estado de ánimo del silencio, automáticamente te vuelves más hábil para evitar y salir de los estados de ánimo que reducen tu energía: ira, culpa, vergüenza, resentimiento, envidia, aburrimiento, etc. Desde la posición del silencio, los problemas de la vida cotidiana se vuelven menos abrumador y más manejable.