“Para mí sólo existe el transitar por caminos que tienen corazón… y el único reto que vale la pena es recorrerlo en toda su extensión”. Esto es lo que nos decía Carlos Castaneda y lo que alimenta el propósito de estos encuentros dominicales: recorrer caminos con corazón en toda su extensión con vitalidad, osadía y cariño. Hace 15 años iniciamos una exploración interior para conocernos desde dentro hacia afuera, desmantelando hábitos, cuestionando ideas fijas y diferenciando lo personal de nuestra historia. Estas prácticas nos han imbuido de algo precioso que llamamos consciencia, el sabernos más que nuestra historia y hábitos limitantes. Esta nueva consciencia funciona como alas que expanden la respiración y el pecho, llenando espacios vacíos, sanando cicatrices y generando plenitud en nuestro interior. Somos seres de energía, ondas electromagnéticas vibratorias, hechos de polvos de estrellas. Todas las posibilidades de crecimiento y potencial existen dentro de nosotros mismos, y podemos despertarlas en comunidad, con amigos y familiares, aquí, cada domingo, en el Camino con Corazón.