En estas doce clases semanales aprenderás a escuchar los cuatro Vientos y las cuatro Direcciones descritas por los Videntes:

• El Este es la brisa de la mañana. Lleva claridad y esperanza. Viene y va y se mete en todo. Es elegante y astuto.
• El Norte es el viento fuerte, un viento de mediodía. Explosión llena de energía pero también llena de ceguera. Es enérgico y comandante.
• El Oeste es el viento frío de la tarde. Un viento que nunca te dejaría en paz. Es malhumorado, melancólico y pensativo.
• El Sur es el viento caliente. Calienta y protege y envuelve todo. Es feliz, libre y rebosante.

Al escuchar los vientos, ampliamos nuestra capacidad de ser y aceptar otras formas de ser. Nos volvemos más flexibles, jóvenes y juguetones. Podemos ir más allá de nuestras fijaciones, estados de ánimo particulares y rutinas. Estamos listos para escuchar la voz de la vida y comunicarnos con los reinos del ensueño para obtener información y una mayor conciencia.

El aire es el mismo aliento que respiramos. Es esencial para nuestra fuerza vital. Y es esencial para nuestra capacidad de ser conscientes. La vida y la conciencia son una y la misma.

En cada clase, practicaremos movimientos y ejercicios de respiración para alinear el cuerpo y conectarnos con el flujo de energía interior. Practicaremos ejercicios de Recapitulación siguiendo una determinada dirección y viento. El viento es el elemento final del viaje chamánico: una vez que se establece la comunicación con las fuerzas superiores, el practicante trae esos mensajes a la humanidad, para el mayor bien de todos.