“Aerin, ¿puedo ser honesta contigo? –me preguntó una participante de nuestro seminario reciente durante un receso, un par de horas tras el inicio de nuestro taller. “Tengo muchos juicios justo ahora. Estoy juzgando a todos aquí y también estoy juzgando al taller. Lo siento. Sólo quería ser honesta contigo.”
Respiré profundamente y sonreí. La miré a los ojos y me agradó de inmediato. Quería decirle que todos juzgamos todo el tiempo y que se sentiría mejor tras practicar el ejercicio de recapitulación que estábamos por hacer, pero me frené a mí misma. Estaba evadiendo la cuestión. En vez de ello, le dije con curiosidad: “Cuéntame acerca de ello. ¿Cuál es el contenido de tus juicios?”.
“Creo que lo que estamos haciendo es superficial y carece de profundidad. También pienso que lo que la gente está compartiendo es superficial”, dijo.
Miré sus ojos grandes y brillantes de color miel. Pensé que era lista y hermosa. Hay mucha gente hermosa en Argentina. Buenos Aires tiene la mayor cantidad de psicoterapeutas per capita en el mundo, y lo mismo se aplica a los teatros y cafés. Hay un énfasis en la filosofía y las artes que exuda de las calles. Me encanta caminar y conocer gente en todos lados. Ella me recordó lo mejor de Argentina.
Los temas presentados en el taller giraron en torno a cómo manejamos el dinero, el sexo y la vejez. Estuvimos explorando creencias culturales y familiares transmitidas por generaciones que limitan nuestra capacidad de manejar el dinero con impecabilidad. Algunos participantes hablaron acerca de sus luchas con el dinero y su habilidad para dar y recibir desde la vulnerabilidad y la apertura. Sobre todo, para nosotras las mujeres, cómo generar nuestro propio dinero ha sido una lucha por cientos de años.
“Podrías considerar que la superficialidad que juzgas en los otros la juzgas también en ti misma. ¿Qué otros juicios tienes acerca de ti, que no te permiten estar completamente presente e involucrada hoy?”, le pregunté con voz amorosa.
Hizo una pausa y me miró a los ojos. “No sé. No puedo pararlo, respondió. “No sé si quiera regresar mañana”, agregó.
“Está bien. Lo que sea que decidas está bien”, le dije. ” Lo importante aquí es tu relación contigo misma, no lo que yo u otros hagan. ¿Cómo cuidas de ti misma mientras te vuelves consciente de estos patrones aprendidos que surgen? ¿Cómo te amas a ti misma?”.
Al siguiente día ella regresó (¡Fiú!). Me sentí contenta –y ella se abrió, como una flor–. Compartió con el grupo que equivocadamente había visto como ligero y superficial. Dijo que había aprendido que se puede ser profundo y manejar cuestiones profundas con ligereza. Su sonrisa iluminaba la habitación. Le agradecí su honestidad en primer lugar, y también que compartiera su proceso de aprendizaje.
Esto es exactamente lo que sucede en nuestros talleres –los participantes aprenden lo que necesitan aprender; descubren en su propio tiempo, con sus características únicas–. Apoyamos a los individuos para que encuentren sus propios recursos y habilidades, y damos amor a cada uno mientras atraviesan sus procesos.
El taller en Buenos aires fue poderoso sin medida. Los participantes llegaron de Buenos Aires, de muchas otras provincias, e incluso de Chile y México.
Identificamos, reconocimos y soltamos juicios y miedos acerca del dinero, el sexo y la vejez. Nos sentamos en silencio. Juntamos nuestras manos y rezamos juntos. Hicimos muchos pases energéticos. Cantamos y bailamos juntos.
Miles y yo estamos conmovidos y agradecidos por esta experiencia única. El compromiso de los participantes para trabajar en sus desafíos y liberarse de interpretaciones incorrectas y la profundidad de lo que compartieron tocó profundamente nuestros corazones.
Lean por favor aquí algunas impresiones del taller.
Esperamos verlos en Teotihuacan del 10 al 12 de marzo de 2017.
Que tengan una temporada de fiestas llena de paz y corazón, rodeados de sus seres queridos.
Aerin Alexander
“Muchas gracias por su presencia y por lo que nos dieron en este taller. Me encantaron los movimientos de la mañana y la recapitulación por la tarde; fue muy productiva; hicimos un buen equipo los 3 de nosotros que participamos y sacamos conclusiones muy poderosas. También los movimientos para fortalecer la base de la pelvis y la conciencia acerca de nuestra estructura energética fue información que agradezco mucho”.
Amor y gracias,”
Maria del Carmen
“El taller apenas se está asentando en mí y es difícil explicar con palabras porque las verdaderas perlas son comprensiones físicas, la sensación física de lo que es una creencia y lo simple que es desarmarla; y el gran regalo vino después: la Inocencia que Deja Ser. ¡Wow!”
Enfatizo el amor, el amor que ustedes transmiten, el cariño, el elixir de Miles y el aceite de Aerin donde sea que los use –les imagino preparándolos–. Todo manejado con belleza y cuidado.
¡Aprendí a dejar de sentarme sobre mi espalda baja y en lugar de ello a sentarme sobre mis isquiones! ¡Qué diferencia! Me encantó lo pelota de tenis para abrir la fascia en la planta del pie y los saltos suaves sobre los talones para levantar la energía. Y los maravillosos ejercicios pélvicos y los pases de danza.
Abrazos desde Guanajuato, Margarita
Margarita
“La Serie Reuniendo Energía obtuvo profundidad cuando explicaron detalles que nunca había notado en línea. Miles y Aerin la ejecutaron con sus variantes propias y fue muy rica e interesante. ¡Los ejercicios de estiramiento con las piernas me rejuvenecieron!
Los ejercicios de acecho hechos en tres partes nos hicieron sumergirnos en nuestros recuerdos y pensamientos. Hablarle a nuestras creencias fue impactante para mí y para mis compañeros estudiantes.” Pablo.
“Quedé con tanta frescura en el cuerpo que me dispongo a practicar todos los días, y tengo una compañera en el trabajo que también practica. ¡Nos estamos reuniendo todos los días para hacer pases –aun si sólo es por 20 minutos!
Gracias,”
Cinthya
